Venia esta tarde, pues, la siguiente reflexión, inspirada por mi vida actual caminando con Jesús en un proceso sanador, y también por una reflexión recién hecha por Karla, alguien que ni conozco pero cuyas palabras me hablaron de manera personal.
Si no fuera por mis heridas,
no conociera el Sanador
Si no fuera por mi esclavitud,
no conociera la verdadera libertad
Si no fuera por mi soledad,
no conociera la plena comunión
Si no fuera por el silencio,
no conociera Su voz
Si no fuera por mis inquietudes,
no conociera la paz profunda
Si no fuera por mis pecados,
no apreciaría Su gracia sin límites
Si no fuera por mi fragilidad
no me pondría en Sus manos
ni dependiera de Su poder
Si no fuera por un rechazo doloroso,
no buscaría el Amor Eterno
He empezado a leer un nuevo libro, Camino a Casa (Nouwen), que me parece ser la consigna de mi vida por los meses próximos. Les dejo con una breve cita de ello que me llamó mucho la atención cuando la leía:
“¿Quiero que Jesús me vea? ¿Quiero que El me conozca? Recibiré nuevos ojos que puedan ver los misterios de la vida propia de Dios cuando yo permita que Dios me vea, aun esas partes que yo misma no quiero ver.”Igual que Henri, oro al Señor esta noche: “O Dios, veme, y déjame ver.”
1 comment:
Hola Pamela,
Leí tu comentario en el blog, y me aventuré en tu blog. Te leí un poco, y si te recuerdo, siento mucho no haber tenido una conversación contigo, pero agradezco estos medios en los que podemos compartir el Camino y nuestras andanzas. Gracias por lo que dejas escrito, es bonito siempre poder leer lo que Dios construye en la vida de otros y ver que se comparte con la propia. Un abrazo, Ale
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